Esta
semana ha comenzado de manera más caótica. A medida que ha avanzado la mañana,
el servicio de urgencias se ha ido saturando, tanto que a parte de las camas ya
establecidas, los pasillos estaban abarrotados de pacientes y estábamos
desbordados.
En cuanto
ha llegado la hora de visitas, los familiares se han quedado perplejos al ver cómo estaba el servicio y se notaba en
el ambiente y la tensión. Muchos de ellos se agobian cuando observan que el
servicio está saturado porque piensas que de esa forma su familiar estará peor
atendido y se le prestará peor atención pero la mayoría se muestran
comprensivos y participativos en todo lo que pueden.
Es una
pena que habiendo espacio estructural en el hospital, muchos pacientes tengan
que permanecer en los pasillos y todo porque se han ido cerrando camas por
falta de presupuesto. De hecho existe una zona en frente de la sala de
observación completamente vacía que se abría para pacientes de media estancia y
que actualmente permanece totalmente inutilizada.
Con este
tipo de situaciones nos vemos obligados a inventarnos “camas imaginarias”. Con
esto me refiero a esas camas de pasillo que están rotuladas con papel y
bolígrafo en la pared y sujetas con esparadrapo, cosa que me parece lamentable…
A parte me parece un peligro de seguridad en
cuanto a la identificación de los pacientes ya que la mayoría de los que
permanecen en el pasillo parecen estar en “tierra de nadie” y en ocasiones mal
identificados, ya sea porque falte la carpeta correspondiente con su nombre o
porque ni siquiera esté rotulado en la cama de qué paciente se trata.
Entiendo
que es un servicio que atiende a muchos y diversos pacientes y que el tema de que tengan que estar en los
pasillos porque el servicio esté repleto de pacientes no sea culpa nuestra pero
creo que una buena identificación del paciente es esencial tanto para la
seguridad del paciente y evitar errores como para facilitar nuestro trabajo.
En otros
servicios en los que estuve, tales como pediatría, a la hora de administrar
medicación siempre se seguía la regla de las 5 “C” estrictamente y considero
que siempre deberíamos revisar y rotular los medicamentos que vayamos a
administrar, pero en este servicio, no se si por la rapidez que requiere el
mismo o por otro motivo que se me escapa, el rotular las 5 “C” no se lleva a
cabo prácticamente nunca.
v
Regla
de las 5 “C”
1.
Paciente correcto
2.
Medicamento o
fármaco correcto y fecha de caducidad del mismo
3.
Dosis correcta
4.
Vía de
administración correcta
5.
Hora de
administración correcta
Considero
que lo que anteriormente he nombrado sería lo menos que habría que revisar antes
de administrar ningún medicamento. También considero que todos los ítems
anteriores (a excepción de la fecha de caducidad, que sólo sería necesario
revisarlo, no rotularlo) deberían de apuntarse en el suero o jeringa con el que
se le vaya a administrar. De esta forma evitaremos fallos en la administración
de fármacos y aunque perdamos unos segundos en rotularlo, ganaremos seguridad
para nosotros y para el paciente. Y por supuesto nunca olvidar el revisar las ALERGIAS A MEDICAMENTOS que pudiera tener el paciente.
De todas
formas se podría ser aún más exhaustivo con respecto a las medidas de seguridad
a tomar en este tema pero con lo antes citado cubriríamos la seguridad del
paciente.
El
protocolo más completo a seguir según el Hospital psiquiátrico de Álava
(siguiendo los consejos del servicio de farmacia) contempla las siguientes
reglas a seguir:
REGLAS
PARA LA ADMINISTRACIÓN SEGURA DE
MEDICAMENTOS
I.
Administrar el medicamento correcto.
·
Identificar el medicamento y comprobar la
fecha de caducidad el mismo.
·
Comprobar el nombre de la especialidad al
preparar el medicamento.
·
Comprobar el nombre de la especialidad al
administrar el medicamento.
·
Ante la duda, no administrar y consultar.
·
Se desechará cualquier especialidad
farmacéutica que no esté correctamente
identificada.
II.
Administrar el medicamento al paciente indicado.
III.
Administrar la dosis correcta.
·
Siempre que una dosis prescrita parezca
inadecuada, comprobarla de nuevo.
·
Si existen dudas ante dosis no usuales,
efectuar doble control con otro personal
del equipo de enfermería.
·
Siempre realizar doble control cuando se
administre: digoxina, insulina,
heparina, sangre, adrenalina, narcóticos y
sedantes.
IV. Administrar el medicamento por la vía correcta.
·
Si la vía de administración no aparece en la
prescripción, consultar.
·
V. Administrar el medicamento a la hora
correcta
·
Comprobar el aspecto del medicamento antes de
administrarlo, posibles
precipitaciones, cambios de color, etc.
·
Se debe prestar especial atención a la
administración de antibióticos,
antineoplásicos y aquellos que exijan un
intervalo de dosificación estricto.
VI. Registrar todos los medicamentos administrados.
·
Registrar y firmar lo antes posible la
administración del medicamento.
·
Si por alguna razón no se administra un medicamento,
registrar en la Hoja de
·
Evolución de Enfermería especificando el
motivo.
·
Cuando se administre un medicamento “según
necesidades” anotar el motivo de
·
la administración.
·
No olvidar nunca la responsabilidad legal.
VII. Informar e instruir al paciente sobre los medicamentos que
recibe.
VIII. Comprobar que el paciente no toma ningún medicamento ajeno
al
prescrito.
IX. Investigar si el paciente padece alergias y descartar
interacciones
farmacológicas.
Muy bien Ana. Describes bien la problemática observada en la organización de Urgencias, y las posibles consecuencias nefastas que puede tener trabajar con tal organización. Muy buena visión critica. Identificas los errores en la administración de medicación como un problema potencial presente y añades las reglas para la administración segura. Por añadirte algo, yo hubiese mirado o indagado si en algún lugar se plantean soluciones factibles para este tipo de problemática, la sobresaturación de los servicios de urgencias
ResponderEliminar